Lo de Melania y Manuel fue bárbaro, una boda con mucha diversión y mucha mucha emoción, tanto es así que en la entrega en casa no pudieron contener las lágrimas. Un 23 de Agosto de 2024 sería la fecha que erigirían para su gran día junto a su familia, amigos y su peque también, quien robaría mucho protagonismo. Empezamos el día en el Hotel OCA Palacio de La Llorea Spa con los preparativos, traje, zapatos, nervios, bodegones y Möet, Melania vestía de Pronovias tras los últimos retoques del peinado y el tocado de Tania de La Mona Riza. Con Flores y Floreros se encargaba del ramo y la decoración floral de la ceremonia y el salón del banquete.
Tras pasar por el jardín del hotel para hacer las últimas fotos y tomas de los novios y su familia pusimos rumbo a la Hacienda de La Llorea Golf (no muy lejos, al otro lado de la carretera) donde el maestro de ceremonias esperaba micrófono en mano junto a las wedding planners de Llorea Bodas. La pareja que llegaba en dos clásicos entró a la ceremonia entre aplausos, esta, aunque breve fue muy emocional con el discursos de dos amigos. La peque de Melania y Manuel ayudaría a la pareja con las alianzas. Después de una lluvia de pétalos, abrazos y fotos de grupo aprovecharíamos un camino con árboles detrás del lugar de la ceremonia para la sesión de pareja, sesión con unos planos de cine.
En el cóctel el ambiente empezaba a animarse, pulpo aquí pulpo allá, cerveza aquí, cerveza allí también. Para el banquete todo el mundo quería fiesta y antes de la entrada de la pareja los chupitos directos a la boca estaban, literalmente en boca de todos. Corte de tarta y regalos llegamos al baile, y es que Melania tenía un secreto, ya que es profesora y propietaria de Danza Melania, una escuela de danza que entre otras especialidades da clases de baile a parejas para su baile nupcial. Tras este bonito momento Opera Eventos encendió la mesa y la fiesta empezó.