Lo de Lara y Ricardo fue de cine, de pantalla grande. Con el sol entrando por la ventana Lara se preparaba para su gran día, radiante, con su mamá y sus amigas deseando verla con su bonito vestido de Rosa Clará. Mientras Ricardo se preparaba en el hotel, su padre no pudo evitar contarnos los orígenes de la empresa familiar de material de obra, que ahora su niño, el hombre protagonista del día administraba. 

Hay quien piensa que el Santuario de Covadonga es único, y sin duda lo es, pero el Santuario de La Virgen de La Cueva de Infiesto, Asturias, no tiene nada que envidiarle. El agua del Río de la Marea acompañó al cuartero de cuerda durante la ceremonia. El Palacio de Rubianes, Cereceda, Asturias, a manos del Catering de Nacho Manzano sería el escenario del cóctel, el banquete y la gran fiesta, no sin antes dejarnos tiempo para una pequeña y bonita sesión de pareja que sin duda recordarán por muchos años, y es que la escena del beso bajo el velo es de película. Poco después Lara cambió de atuendo con un vestido de novia de la también española Lady Pipa, más cómoda para darlo todo bailando.